El perno de corrugado es un sistema de anclaje ampliamente utilizado en proyectos de construcción y minería subterránea debido a su eficacia y facilidad de instalación. Está compuesto por una barra de acero corrugado utilizada en el armado de hormigón, lo que le proporciona una alta resistencia estructural. En un extremo, la barra se rosca a una longitud de 150-200 mm para permitir la instalación de una tuerca con una placa de anclaje. El otro extremo se corta a 45 grados, lo que facilita su introducción en el orificio perforado.

El cuerpo principal del perno cuenta con estrías longitudinales o corrugaciones a lo largo de toda su superficie. Estas corrugaciones aumentan significativamente la capacidad de anclaje, ya que generan una mayor fricción entre el perno y la roca circundante, mejorando la estabilidad estructural en zonas excavadas.

El extremo interior del perno, al estar cortado a 45°, permite una inserción más eficiente y rápida en la perforación. Por su parte, el extremo exterior roscado se utiliza para tensionar el perno y asegurar la placa de anclaje. Esto se realiza mediante una tuerca, que puede ser hexagonal o redonda, dependiendo de las necesidades del proyecto.

El perno de corrugado ofrece versatilidad en su instalación. Se puede colocar utilizando cartuchos de resina para lograr un fraguado rápido o con mortero de cemento para aplicaciones más tradicionales. Ambos métodos aseguran un anclaje firme y duradero.

Gracias a su diseño robusto y eficiente, el perno de corrugado es una solución confiable para estabilizar paredes, techos y otras estructuras en proyectos de construcción, minería y túneles, garantizando la seguridad y el rendimiento a largo plazo.